El sistema antibloqueo de frenos ABS (del inglés Anti-lock Braking System), es un dispositivo que se encarga de variar la fuerza de frenado para evitar que los neumáticos pierdan adherencia con el asfalto.
El funcionamiento del ABS es relativamente sencillo, si el conductor ejerce demasiada presión sobre el pedal de freno como para que se bloqueen las ruedas, el sistema reduce automáticamente la presión que se ejerce sobre los frenos, sin que intervenga en ello el conductor. Cuando la frenada se ha estabilizado y la rueda vuelve a girar con normalidad, el sistema permite de nuevo que la presión sobre los frenos vuelva a actuar con la máxima intensidad. El ABS controla la velocidad a la que giran las ruedas y si detecta que están a punto de bloquearse por la fuerza ejercida sobre el freno, volverá a actuar para permitir que el neúmatico pierda adherencia.
Todo este proceso se repite muy rápidamente, en torno a 15 - 20 veces por segundo, lo que produce que el conductor perciba una vibración en el pedal de freno.
En vehículos sin ABS cuando se pisa a fondo el pedal de freno, lo que ocurre es que las ruedas pierden su velocidad antes de que lo haga el vehículo y se bloquean, perdiendo totalmente su adherencia con el asfalto e incrementando considerablemente la distancia de frenado. Pero no sólo se reduce la eficacia en la frenada, al perder tracción, también se pierde la posibilidad de actúar sobre la dirección y poder esquivar obstáculos a la vez que se frena el vehículo.
Por todo ello, el ABS cobra vital importancia ante situaciones en las que las condiciones del asfalto no son favorables (lluvia, nieve, tierra, etc).
¿En qué ocasiones es recomendable desactivar el ABS?
Parece extraño pensar en desactivar el ABS si, como hemos comentado, es una de las principales tecnologías de seguridad activa del vehículo. Pues aunque no lo parezca, hay situaciones en las que la intervención del ABS puede ser contraproducente y aumentar la distancia de frenado. Esto se da sobre todo en terrenos poco compactos, aquéllos con gravilla suelta, nieve polvo o placas de hielo. Si en esas condiciones se actúa sobre los frenos es bastante probable que la poca adherencia del terreno haga que las ruedas se bloqueen y entre en funcionamiento el ABS, provocando que se alargue la distancia de frenado.
En estas situaciones, si se desactiva el ABS se consigue que las ruedas se hundan más en el terreno y se mejore el agarre al producirse un efecto de excavación que no sería posible si estuviese activo el ABS.
Aunque no todos los vehículos permiten desactivar el ABS, algunos sí que cuentan con un botón específico o con un modo de conducción "off-road" para estas situaciones.